Noruega ya
queda por la popa. Tras aproximadamente un mes visitando parte del país ya
puedo decir que ha sido de mis viajes en barco favoritos.
Es un país
impresionante. Los fiordos, el mar, las miles de cataratas. Paisajes distintos
a todo lo que había visto hasta ahora. Pasa como Roma o París. Lugares que has
visto en fotos que no le hacen ninguna justicia. Verlos en persona es otra
cosa.
Si no fuese
porque llueve o nieva unos 300 días al año sería un país casi perfecto. Bueno y
por el frío. Pero claro, si mi abuela tuviera ruedas sería una bicicleta. En cualquier
caso ya nos dirigimos al sur, a climas más cálidos.
Tras parada
rápida para repostar en Rotterdam, Gibraltar. Leerlo lleva cuatro segundos, pero
navegarlo unos seis días. Ahí otra vez combustible y luego mi querida Génova. Son
un par de años sin visitarla y nos echamos de menos. Lo mejor es que de ahí
volaré a casa.
Ahí sí que
empezará oficialmente el verano.
No hay comentarios:
Publicar un comentario