Estimados y fieles lectores,
En vista de las pocas actividades dignas de ser contadas aquí de las últimas semanas, de que empieza Noviembre, de que últimamente me apetece más leer que escribir, de que se acerca el invierno aunque aquí sigamos en chanclas y porque me da a mí la real gana, este blog echa el cierre de manera temporal.
No si antes agradecer una vez más el inesperado seguimiento obtenido, las críticas, los comentarios, el par de cartas que me pusieron la piel de gallina y que algún día contestaré, todos los “me gusta” y las seis mil y pico visitas cosechadas en estos casi seis meses.
Sé que muchos os habéis reído y alguno (alguna más bien) ha llorado. No esperaba llegar tan lejos. Sólo espero que hayáis pasado un rato entretenido leyéndolo. Yo he disfrutado una barbaridad escribiéndolo.
Para que nadie se vuelva loco de pena y no haya suicidos colectivos debidos a la ausencia del blog, la semana que viene subiré dos artículos más que escribí hace ya cosa de un mes. Ese será el punto final… de este capítulo.
Así que nada, abrazos, besos, apretones de manos o movimientos de cabeza en señal de “te conozco pero no tanto como para tocarte”, para todos según relación o parentesco.
Hasta muy muy pronto.
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