Poco o nada ha cambiado a bordo en estos tres meses de ausencia. Parece ser que han vivido el peor invierno en Chipre en 20 años pero por lo demás la vida sigue igual. El barco sigue donde lo dejamos y no ha habido cambios en la tripulación. De momento.
Lo que sí ha cambiado son ciertos hábitos alimenticios de algunos tripulantes. La mitad de ellos están a dieta estricta y han comenzado a ir a un gimnasio extremadamente caro. Los resultados de esta dieta son evidentes sobre todo en el segundo de cocina (nuestro marathon man ucraniano) que ha perdido la friolera de 24 kilos en dos meses.
El lunes iremos al astillero que queda a una hora de distancia por mar de donde estamos. Por lo que me han dicho, si a esto le llamaba Puerto Desolación aquello debe ser Puerto Muerte Lenta, ya que no hay nada en unos 10 Kilómetros a la redonda. Por suerte la semana que viene tengo previsto conseguir un coche, un apartamento y una compañera de piso.
En dicho astillero estaremos aproximadamente un mes y luego volveremos a donde estamos ahora. Nuestro primer compromiso será seguramente el Gran premio de Mónaco a finales de Mayo, aunque no está del todo confirmado. Lo que si están confirmados son dos charters para este verano, uno en Julio y otro en Septiembre, con lo que por lo menos igualaremos en número a la temporada pasada.
Y poco más. Ah bueno, se me olvidaba. Por fin tenemos conexión de internet a velocidad del siglo XXI. Lo malo es que el lunes la perderemos.
Lo bueno si breve… deja de ser tan bueno.
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