lunes, 29 de abril de 2013

No es cool, mola



Como dijo algún sabio: “no cuesta una puta mierda hablar bien”. Ni escribir, ya que estamos. Y no pienso dar lecciones a nadie, porque, entre otras cosas, soy gallego y cuando hablo o escribo en español me cuesta un huevo usar tiempos compuestos, cosa que traslado al inglés. Y en las pocas ocasiones que hablo en gallego acabo hablando castrapo. Así que, qué queréis, el que esté libre de culpa que tire la primera piedra. Aún así yo voy a tirar alguna chinita.

A veces me paso casi semanas enteras hablando sólo en inglés y sólo uso el castellano de manera escrita. La parte buena es que he mejorado el inglés. La mala es que a veces parezco gilipollas cuando vuelvo a hablar en español y meto alguna palabra o expresión traducida literalmente del inglés a lo Michael Robinson. Pero me esfuerzo por no hacerlo.

Será por eso, que cada vez hablo más idiomas mal pero me cuesta más hablar al menos uno bien y me fijo más, o simplemente porque me hago mayor y cada vez me vuelvo más fungón, que me molesta una barbaridad ver escritas palabras inglesas castellanizadas o no, cuando en español hay un equivalente perfecto. Cosas de la globalización supongo.

La más sangrante supongo que es la de “severas” para describir heridas, ya que es habitual verla hasta en prensa. Severa era la Señorita Rottenmeir que le amargaba la vida a Heidi. Las heridas son graves.

“Bizarro” en castellano significa valiente. En inglés (y me acabo de enterar que también en francés) “bizarre” es extravagante o estrafalario. La verdad es que para un par de palabras que tienen los ingleses que se parecen a las nuestras resulta que significan otra cosa. Es como la coña de “constipated”= ¿constipado? No, estreñido. Muérete de vergüenza.

Voy a aceptar la de “safar” por zafar, porque sí se dice en las Rías Baixas (“sáfate Marín, que eu xa me safín) aunque parece ser que se utiliza en toda España por degeneración del “save” inglés.

Pero por lo que no paso, lo que no trago por mucho que los gafapastas se esfuercen en camuflarlas con filtros sepias cuando van a Starbucks, es por los “muffins” y los “cupcakes”. Me podrán discutir el resto, que si hay que adaptarse a los tiempos o lo que sea, pero ya sea en Londres, en Hong Kong o en Cuenca…

Eso son magdalenas.

No hay comentarios:

Publicar un comentario