El viernes fondeamos cerca de Porto Azurro, en la
costa este de la isla de Elba. Una bonita bahía, pero nada fuera de lo normal.
El sábado, día libre, me fui a dar una vuelta por el pueblo. Típico pueblo de
la Toscana. Agradable, turístico y acogedor. Con una fortaleza construida por los españoles,
en la colina más cercana, de la época en la que los españoles teníamos
suficiente poderío para ir construyendo fortalezas e iglesias por el mundo
adelante.
Y a lo lejos, una montaña con una cruz en su
pico. No sabría decir en qué momento
dicha cruz me miró, me llamó o me picó. Quizás no fue la cruz y fue la montaña
en sí que tenía cierto aire a la de “Encuentros en la tercera fase”. El caso es
que volví a bordo con la idea metida en la cabeza. Mañana tenía que llegar a
andando a dicha cruz. Sí o sí.
Y allá fui al día siguiente, domingo, que Dios me
perdone. Me puse en modo Calleja pero sin tirarme tanto el rollo y sin molarme
tanto a mí mismo. Y sin sherpas. Equipado con mis tenis del Carrefour y mi
camiseta blanca de algodón del barco atada a la cabeza. Con mi eterno reloj
Casio y con unos pantalones cortos marca Quechua color Camo-gris que me daban
un aspecto de explorador intrépido que te cagas. Me faltaba un palo, pero
estaba seguro de que conseguiría uno por el camino. Allá fui, digo, a
conquistar la montaña.
A las once de la mañana el marinero de guardia me
dejó en el puerto. A las once y diez mi plan hacía aguas por todos los lados. No
tenía ni pajolera idea de cómo llegar a la susodicha cruz, ya que ni se me
ocurrió conseguir un mapa o buscar algo en internet. Pero armado con una
voluntad abrumadora que no tengo muy claro de donde salía y de una lógica
aplastante por lo simple de la idea, recordé esas palabras que algún profesor
me dijo en algún momento de la infancia: El camino más corto entre dos puntos
es la línea recta.
Nota: Niños, nunca os fieis de las verdades
absolutas. En el mejor de los casos será una verdad relativa cuando no una
mentira cochina.
Mañana el desenlace de la expedición, que se me hacía largo.
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