Empezó septiembre. La vuelta al cole, al trabajo, empiezan las colecciones por fascículos, nueva programación en la tele… Mientras todo el mundo empieza a empezar, nosotros estamos empezando a terminar.
El día 10 tendremos una gran fiesta a bordo con más de 50 invitados que pondrá fin a la temporada. Es una especie del Día del Carmen a la griega. El barco tiene que estar impecable para ese día, pero tenemos tiempo.
Dejamos al armador en Zea Marina y después de pasar una durísima inspección de seis horas sin parada para comer dejamos el sucio Pireo atrás para volver a nuestra querida Poros.
Helado después de comer para la tripulación de cubierta, playa por la tarde después del trabajo, cerveza y gyros a precios populares, descuentos en todas las tiendas con sólo nombrar el barco en el que trabajamos… Nos encanta Poros y a Poros le encantamos.
La gente empieza a consultar el calendario más a menudo y a hablar de planes para el invierno, pero todos quieren disfrutar de estos días más relajados al máximo.
Limassol, puerto base, se ve cada vez más cerca. Para algunos de los tripulantes significa la vuelta a casa. Por diez días yo también me sentiré como en casa, pero luego me tocará esperar aun un poco más.
De momento, tripu-fiestón mañana.
Pasado Dios dirá.
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