Estamos de
camino Gibraltar. Llegaremos mañana por la mañana. Será la tercera vez que pare
en este lugar así a ver si de esta va a la vencida y salgo del puerto a ver los
monos y el peñón. No espero gran cosa, pero ya que estamos…
El martes
saldremos dirección Caribe. Hacia el sur primero hasta las Canarias y luego
oeste. Parece ser que nuestra primera parada será la isla de San Martín, Saint
Martin o Sint Maarten, que viene a ser el mismo perro con distinto collar.
El nombre
(en español) se lo puso Colón. La verdad es que el bueno de Colón no se
complicó mucho poniéndoles nombres a las islas. Los libros de Historia dicen
que fue algo así:
Estaba Colón
mirando con su catalejo cuando se le oyó exclamar: ¡Pardiez, otra isla! Señor
Bartolomé, ¿Qué día es hoy?- Martes señor- hmm, mierda ya descubrimos tres
islas el martes pasado y Martes Cuatro no me suena nada comercial. Nadie va a
venir a tomar mojitos a Martes Cuatro. Hay que cambiar de sistema. – Bueno,
este, Señor, hoy es San Martín de Tours…- ¡Eso es! Isla de San Martín.
Cojonudo. Señor Bartolomé, le asciendo a contramaestre. – Ejem, Señor ya soy
contramaestre…- Ya, ya… ¡Anda!, otra isla. Y que grandota. Señor Bartolomé, ¿De
dónde es su madre? – Española Señor. – Excelente, pues a esta la llamaré La
Española.- ¿Con “La” Señor? – Sí, que me han dicho que tu madre es un poco
choni.
Y así.
Total, que San Martín fue territorio español hasta que la abandonaron en 1648 y
luego se la repartieron Francia y Holanda. Y así sigue. El norte es francés y
el sur holandés. Sus más de 70 mil habitantes hablan un poco de todo, todo con
acento caribeño. Ninguno vive estresado.
No parece mal lugar para empezar nuestra ruta caribeña.
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