Miércoles
por la noche. Llevo aproximadamente una hora durmiendo cuando el segundo de
máquinas aporrea la puerta del camarote y grita ¡Fuego!
El segundo oficial
y yo nos levantamos como un resorte de la cama y después de medio vestirnos
salimos fuera a cubierta. Resulta que el fuego es en otro barco que está
atracado unos 70 metros a nuestro babor. Cinco amarres de distancia.
Hay unas
cincuenta personas de pié cerca del barco y se escuchan sirenas. Aunque hay
bastante humo, que fue lo que alertó a nuestro tripulante, parece que todo se
solucionará rápido. Como el viento sopla desde esa dirección y por si acaso, el
segundo de máquinas sugiere que preparemos una de nuestras mangueras. A ello
nos ponemos.
Pasan los
minutos. Llegan trabajadores de la marina con una bomba portátil y una manguera
rota. Llegan los bomberos que resultan ser la versión caribeña de Tricicle. De
las cincuenta personas que hay allí, unas cuarenta están borrachas, incluida la
tripulación del barco que cada vez echa más humo. Todos dicen saber lo que
habría que hacer pero nadie hace nada.
Un
tripulante del barco que arde, tan borracho como los demás pero mucho más
lúcido nos pide ayuda. Conectamos seis de nuestras mangueras y ponemos nuestra
bomba a funcionar. Al menos ahora los bomberos toreros tienen algo con lo que
trabajar.
En medio del
caos, nos encontramos con un trabajador alemán, Sven, que trabajaba en la
empresa que supervisaba la construcción de nuestro yate. El bueno de Sven trata
de aparentar lo mejor que puede, pero camina más escorado que el barco que
estaba ardiendo. No lo culpo. Es su primera noche en tierra después de 18 días
cruzando el Atlántico en velero. El mundo es un pañuelo.
Al final el
los bomberos apagan el fuego. Recogemos nuestras mangueras y bastante gente nos
da las gracias. El barco accidentado, un velero de unos 20 metros, ha quedado
escorado y con la proa medio hundida. Dicen que todo su interior está quemado.
Por suerte nadie ha resultado herido.
Nos vamos a
dormir oliendo a salmones ahumados.
Aquí la
noticia, somos la “crew” del “large motor yacht”.
http://www.pbo.co.uk/news/fire-aboard-arc-yacht-saint-lucia-46351
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