Que contento salí yo el viernes de trabajar. Fin de semana largo a la
vista, buen tiempo, partido por la noche... Que poco me duro la alegría una vez
empezado el partido.
Estaba claro que no iba a ser un derbi de esos épicos de antaño. Nada de
una batalla heroica entre los dos equipos gallegos. Me esperaba una pelea a
navajazos en el barro en la que todo valdría por ganar, ya que la situación de
emergencia de ambos equipos así lo exigía. Hasta la famosa foto de Hugo Mallo
me pareció una tontería sin demasiada maldad. Incluso podría ser beneficioso
para el Celta si calentaba a algún jugador del Depor un poco más de la cuenta.
Ni media hora había pasado y Riki ya había marcado a pase de Valerón y
Aspas se había ido expulsado por una provocación de Marchena. El guionista
menos original del mundo podría haberlo
escrito. Menudo suicidio. No me convence Abel, pero no me creo que no hubiese
hablado con los jugadores sobre lo único con lo que el rival podría
complicarnos las cosas. El Celta no solo
encontró la aguja en el pajar, sino que fue capaz de clavársela en la garganta
y morir agonizando.
El sábado, mientras me auto convencía de que es sólo futbol, nos enteramos
de lo del rescate a Chipre, de quien va
a pagarlo y de qué manera. Varios medios de comunicación contactaron con
nosotros y el lunes Andrea hizo de reportera primero para La Reina de las mañanas
Ana Rosa y luego para La sexta noticias. Lástima que ambas intervenciones no
llegaron ni al minuto de tiempo. Esto del rescate y el corralito darían para
escribir bastante, y puede que lo haga, pero como aun está ocurriendo esperaré
a ver en que queda la cosa. De momento decir que hay compañeros que están muy
jodidos. Y que el sábado un chipriota amenazó con entrar a la fuerza en su
banco con una excavadora aquí en Limassol. Yo iría mejor al parlamento en
Nicosia, pero por lo demás la idea de la excavadora me parece excelente.
El domingo fuimos a ver las comparsas de carnaval al centro de la ciudad,
ya que se supone que las de aquí son las mejores del país. Para que os hagáis
una idea, digamos que el carnaval de Vigo seria como el de Río en comparación.
Cutre cutre. Pero por lo menos así la gente se olvidó durante unas cuantas
horas de la que se les venía encima.
Esta semana se presenta interesante. Para nosotros claro, que vemos los
toros de cerca, pero desde la barrera.
Seguiremos informando.
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