martes, 24 de abril de 2012

Cuatro cosas


A veces me pongo a escribir un poco, pero es tan poco que no me da para hacer un artículo publicable aquí, así que como ya tenía un par de cosas que comentar, hoy hago una pequeña miscelánea de temas que no tienen demasiada relación entre ellos.

Tengo una hermana licenciada, que se dice pronto. Aun le quedan un par de asignaturas por aprobar, pero ese es un pequeño detalle sin importancia. Lo importante es que (a falta de diploma), ya tiene foto con birrete en facebook. Foto que espero empiece a circular pronto por carteras de familiares para que podamos presumir un poco. No sé qué tal se emborrachan los veterinarios, así que por si acaso el día que nos veamos de nuevo para celebrarlo beberemos como marineros. Pago yo.

Por cierto que fue precisamente en facebook dónde he visto dos videos que me han encantado. El primero es sobre las madres y el deporte. Piel de gallina de tan cercano que me parece, a pesar de haber visto las Olimpiadas sólo por la tele. El segundo es el nuevo anuncio de la quiniela. Guti no es un tipo que me caiga demasiado bien, pero tres puntos para él por aceptar hacer un anuncio en el que se ríe de sí mismo. Diez para el guionista.

Y hablando de fútbol, decir que del Barça – Madrid sólo vimos en directo los minutos de descuento de la segunda parte así que no puedo juzgar quien mereció más o menos. Estábamos ocupados disfrutando de una cena a dos metros del mar. Pero la celebración de Cristiano en el segundo gol es de las mejores que recuerdo. Puestos a que un defensa enajenado le rompa las dos rodillas por sus tonterías (como que el cielo es azul que algún día pasará), prefiero que sea por pedir calma a la grada del Camp Nou con todo el sarcasmo del mundo, que por hacer bicicletas o espaldiñas en partidos resueltos. Tiempo al tiempo.

Y ya que escribo sobre piernas maltrechas, no podía ignorar todo lo que le ha pasado a la Casa Real últimamente. Si es que estos reyes, casándose siempre entre primos, eso no puede ser bueno. Aunque, por mucho que a la gente no le llegue como disculpa, el oír pronunciar las frases “Lo siento mucho”, “me he equivocado” y “no volverá a ocurrir” de boca de un representante del estado, suena de maravilla y no veo que a Su Majestad le haya salido ninguna urticaria por decirlas, como deben pensar todos los políticos que he visto desfilar por los medios desde que tengo uso de razón. Tomen nota.

Lo dicho, cuatro cosas. Y un pequeño homenaje a ese periódico local que tanto echo de menos.

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