Lo peor no
es que el Celta cada vez está más cerca de los puestos de descenso. Ni que cada
tiro que haga el rival sea gol. Lo peor no es que el Celta haya perdido cuatro
de los últimos cinco partidos. Que nos haya bailado el Valladolid sin que
jugase su presidente ni que nos hubiera empatado el Getafe de siempre.
Lo peor no
es que el portero no pare ni los taxis, que el lateral derecho sea una autovía
sin peajes para el rival o que no hay ni un solo centrocampista o extremo que
desborde un poco ni que filtre un pase. Ni que cuatro o cinco titulares
indiscutibles estén rindiendo a un nivel bajísimo comparado a lo que les hemos
visto en otros momentos.
Que salvo en
contados minutos en todo lo que va de liga el equipo sea plano y predecible. Que
se juegue a atacar con los laterales pero que no pongan apenas centros, ya no
digo en condiciones, ni aunque juguemos con dos delanteros centros altos (Cosa
que no pasaba desde la época de la posguerra). Lo peor no es que Mouriño bien
haría en invertir dinero en un tratamiento con células madre o algo así para
alargarle la vida laboral a Aspas hasta los 48.
Lo peor, lo
que hace que me hierva la sangre y que entren ganas de bajarme de la
Chachoneta, es leer las declaraciones del entrenador y de los jugadores, partido
tras partido. A todos les falta el bigote de Aznar. España va bien. Que si
dominamos o que si tuvimos ocasiones. Que si ellos no has marcado en las dos
únicas ocasiones que han tenido. Que si el calendario. Que si aún queda mucha
liga. Cuando empiecen a entrar van a venir todas seguidas. Hicimos muchos
méritos para llevarnos los tres puntos… Odio tanto las excusas. Pero vamos, que
parece que si no fuese por pequeños detalles estábamos en Shempions.
Y sin contar
esos pequeños detalles, pues todo es fabuloso. Con razón Coudet volverá a poner
exactamente a los mismos once el finde que viene. Supongo que será fan de
Toshack y lo que dijo al respecto. Ni los cambios agota en la mayoría de los
partidos. Rodillo celeste. Lo que marcha bien no se debe tocar. Autocrítica, la
justa. Eso es lo peor.
Al César lo
que es del César. Me gusta la idea de juego que tiene este entrenador en la
cabeza. No me olvido de que rescató a un equipo que se arrastraba por los campos
y le devolvió la competitividad. Incluso ahora, sin que el juego sea bueno, se
intentan las cosas hasta al final, lo cual se agradece. A mí, personalmente me
devolvió las ganas de ver el siguiente partido, que ya es bastante.
Pero que el
equipo no está rindiendo es un hecho. Si comes zanahorias cagarás zanahorias. Para
cagar algo distinto hay que comer otra cosa.
Ojalá se dé
cuenta.
Berizzo está
ocupado hasta el Mundial.
No hay comentarios:
Publicar un comentario