Fútbol en el extranjero

Pasado mañana el Celta se juega el ascenso contra el Granada y en Jroña Jroña TV no lo ponen. Supongo que a los griegos les interesa tanto la segunda división española como a mí la primera chipriota.

Como con nuestra conexión a internet es imposible ver un partido online, esta tarde me fui de expedición a buscar por los alrededores un bar con Wifi de buena calidad.

Cuanto más conozco Atenas más me gusta Vigo. Aquí los pasos de peatones son simples manchas en la carretera. ¿Y sabéis quién limpia la mierda de los miles de perros callejeros? Pues nadie.

Mi primer sitio candidato fue una especie de Fnac con música de Bershka a todo volumen, que tenía una cafetería dentro como La Casa del Libro. Pero no me pareció el sitio más indicado para celebrar los goles del Shevchenko de Talavera en plan hooligan un lugar lleno de intelectuales bebiendo café mientras leen a Balzac. Y algo me decía que allí no ponían cañas. Al final encontré un par de sitios con internet gratuita a cambio de que te gastes un pastizal en las consumiciones.

La última vez que viví una situación de estas fue cuando el Celta se jugaba las semifinales contra el Atlético. Ese sí que fue un caso de Multinacionalidad: Estaba en un barco con bandera de Isla de Man, atracado en Malta, viendo el partido de dos equipos españoles a través de la televisión mexicana con una conexión a internet estadounidense. Y me acompañaban un sueco y un neozelandés borracho que se quedó dormido en la segunda parte. Aquella vez el resultado fue malo.

Rezaré al Dios del fútbol para que esta vez sea mejor y al Dios de Internet para que pueda verlo.