Nervios

Llevo un par de días con algo en el estómago y no me refiero a las comidas superespeciadas de nuestros chefs. Estoy inquieto, ansioso, nervioso es la palabra. Esta noche el Celta comienza a andar los últimos metros que le quedan para volver a primera y hacía muchísimo tiempo que no esperaba con tantas ganas un partido de fútbol.

La final del mundial estuvo muy bien, pero cambio diez finales por pasar la eliminatoria contra el Granada. Y cambio a ciegas el gol de Iniesta por uno de Bustos de pantorrilla a lo Pepe Nacho.

Llevo haciendo el previo del partido dos días ya. El primer día fue de reconocimiento del terreno. Dónde puedo verlo, que tal es la conexión que tienen, cuánto valen las consumiciones, como de loco pensará la gente que estoy si empiezo a cantar en español… Ayer fue el día de la logística: Cuanto dura exactamente la batería del portátil, cuánto tarda en cargarse, en que página web puedo verlo, lavar la camiseta que voy a llevar…

Estos días la gente recuerda otras épocas, otras citas importantes en las que el Celta, con un equipo muy diferente, salió airoso. No me gusta demasiado eso. Cualquier tiempo pasado ya pasó. Tenemos lo que hay y debería bastar.

Otra vez me he desviado un poco del tema principal del blog, pero también el Celta ha hecho un viaje. Y espero que hoy sea el principio del fin de ese viaje.

Yo, desde luego, soy optimista.