domingo, 25 de septiembre de 2011

Preparativos


La visita de tu pareja en tierras extranjeras requiere un montón de preparativos. Una vez solucionados temas principales como son el vuelo y el alojamiento, conviene prepararse un poco en temas que parecen no tan importantes pero que pueden marcar la diferencia entre una estancia buena o mejor.

Medio de transporte. Cuando comenté a varios miembros de la tripulación que había encontrado un coche de alquiler por 18 euros al día hubo mucha risita socarrona sobre si las ruedas iban incluidas o si me cobrarían el alquiler del volante aparte. Cuando aparecí con un enorme Nissan Terrano 4x4 callé muchas bocas. Lástima que al día siguiente tuve que cambiarlo por un Picanto que parece de Playmobil.

Compras. Ya motorizado, era tiempo de hacer ciertas compras. Cuando les conté al núcleo duro feminista del barco los regalos que tenía preparados me cayó una lluvia de reproches a tres flancos sin cuartel que me obligó a volver al centro comercial. A eso hubo que añadirle un kit de supervivencia higiénica básica para diez días de hotel consistente en cepillo de dientes y desodorante.

Exploración e investigación de los alrededores. La parte sin duda más importante. Ya que vamos a tener cocina, me pareció buena idea localizar supermercados. Encontré Carrefour, Lydell y uno con letras griegas impronunciables. También investigué las cercanías del hotel para buscar sitio para aparcar. Encontré unas callejuelas llenas de gatos tanto vivos como muertos que servirán. Luego fui a comprobar el estado de la playa que me habían recomendado. Pido disculpas por mi error del otro día. La carretera de “La carretera”, de “Mad Max”, el camino de Mordor dónde se extienden las sombras, es la carretera que lleva a dicha playa.

Esta vez soy yo el que esperará en el aeropuerto, para variar. Nervios y alegría. Y al final de la espera un abrazo, que nos hace tanta falta como el respirar.
 
Unas horas pueden ser más largas que cuatro meses y medio.

No hay comentarios:

Publicar un comentario