miércoles, 15 de febrero de 2012

Serendipias


Según la Wikipedia, porque en el diccionario de la RAE no viene, una serendipia es un descubrimiento o un hallazgo afortunado e inesperado que se produce cuando se está buscando otra cosa distinta. En términos más generales se puede denominar así también a la casualidad, coincidencia o accidente. Normalmente se aplica a estos cuando son extraordinarios.

Como ayer estuve hablando sobre el destino, el karma y las coincidencias, me acordé de esto de las serendipias que me había comentado un colega hace no demasiado tiempo, así que me puse a buscar con nuestra otra vez lenta conexión de internet más información al respecto.

Pasé un rato navegando entre fantásticas casualidades. Después, ya que nuestro maltrecho marinero se va a pasar un par de meses viendo el mar sólo por la tele e íbamos a tener una vacante a bordo, se me ocurrió que podría mandarle un mensaje a un amigo mío el cual podría encajar muy bien. El problema es que sabía que esta persona había dejado la vida en el mar por una más de secano. En concreto, sabía que estaba estudiando en la universidad, así que las posibilidades de que dejase una carrera con uno de los mejores sistemas educativos del mundo por venirse a fregar la cubierta de un viejo yate eran entre pocas y ninguna.

Si buscáis un poco sobre las serendipias, veréis muchas empiezan con “no te lo vas a creer pero…” Exactamente así, pero en inglés comenzaba el mensaje que recibí de vuelta. “No te lo vas a creer pero hace dos horas que decidí dejar la facultad, así que igual si que estoy interesado”.

No es que sea la madre de todas las coincidencias, pero una coincidencia que ocurra justo después de que estés leyendo sobre las coincidencias es bastante coincidencia. ¿No?

Da que pensar.

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